PARA QUE SIRVE LA METROLOGIA
"…La confianza en las medidas es un pre-requisito esencial para el comercio internacional y facilita casi todas las tareas que se realizan en el mundo industrializado. Gran parte de esta confianza se ha alcanzado y está basada en el uso del Sistema Internacional de Unidades, el cual es la piedra angular del este sistema internacional de medida, materializado por los Institutos Nacionales de Metrología… " Capítulo 7 del Acuerdo de Reconocimiento Mutuo del Comité Internacional de Pesos y Medidas, 1999.
Sin duda el párrafo anterior resume adecuadamente la importancia y uso de la Metrología, herramienta tecnológica que juega un rol clave en el aseguramiento de la calidad de los productos y en la eliminación de barreras técnicas al comercio, las que paulatinamente se han ido convirtiendo en las más relevantes o por lo menos más visibles a medida que, mediante acuerdos y tratados, las barreras arancelarias se van de manera efectiva en retirada y al mismo tiempo se establecen requerimientos para alcanzar regulaciones técnicas transparentes, justificadas y no discriminatorias, como es en el caso de nuestro país con la UE (Parte V, capítulo 2 del Acuerdo) y USA (Capítulo 7 de TLC), y así sustentar la confianza, requisito fundamental de toda actividad comercial.
¿Cómo contribuye la Metrología a lo anterior? La respuesta es sencilla, pero aparentemente no es obvia dado que son muy pocas las personas capaces de entregar una respuesta inmediata; quizás es también evidencia de lo anterior:
1) el que las autoridades a cargo de las regulaciones comerciales de muchos países, no han sido capaces de respaldar y fortalecer adecuadamente a sus Institutos Metrológicos Nacionales, ni por lo menos emitir normas o regulaciones coherentes con el Sistema Internacional de Unidades, normas internacionales, el Tratado de Barreras Técnicas al Comercio de la OMC y las reales capacidades de los instrumentos de medida.
2) el que es posible encontrar al interior de muchas empresas contradicciones en la implementación de normas con aspectos metrológicos relevantes del instrumental y los fundamentos de las mediciones.
Metrología en la calidad y el comercio.
Pues bien, puede ser conveniente empezar por el principio: ¿Qué es Metrología? Si recurre a un diccionario probablemente encontrará una definición que dirá algo así: “Ciencia que estudia los sistemas de medidas” y aun cuando un metrólogo y un lingüista puedan quedar satisfechos con esta respuesta, dado que a la mayoría nos deja donde empezamos, prefiero dejar esto de lado y simplemente señalar de manera breve el papel de la Metrología en la calidad y el comercio.
Si pensamos en calidad como “el conjunto de características de una entidad que le confieren capacidad de satisfacer necesidades implícitas o explícitas” nos estaremos refiriendo a un conjunto en el que estas características son normalmente especificadas en la industria mediante valores numéricos de tolerancias o límites de control cuyo cumplimiento se comprueba de manera objetiva a través de medidas.
Por otra parte, no hay medidas sin instrumentos y estos constituyen a su vez un producto que como en cualquier otro sus características de calidad están sujetas a variabilidad, tanto aleatoria como sistemática.
Entonces, ¿Quién mide a los medidores?, ¿Cómo asegurar la exactitud de estos instrumentos?, ¿Existe alguna referencia que pueda ser utilizada?.
Este problema ya estaba presente desde la antigüedad en el intercambio comercial basado en el peso y longitud de las cosas, y se ha resuelto en cada época con los medios tecnológicos disponibles, según el nivel de exactitud e incertidumbre necesarios que eran posibles de alcanzar en el sentido en que ahora entendemos esos términos, mediante el uso de patrones de medida contra los cuales se comparaban y comparan las indicaciones de los instrumentos u otros patrones. Este proceso se conoce como calibración.
Un ejemplo relativamente reciente de lo anterior es el que se puede encontrar en la columna de Roland de la ciudad de Dubrovnik (Croacia) y que data de 1419. En su base de piedra se grabó una línea de aproximadamente 51,2 cm que se definió como unidad de longitud para uso de la entonces intensamente comerciante República Ragusa.
En dicho patrón podemos apreciar el cumplimiento de varios requisitos deseables para cualquier patrón de medida: 1) era práctico y sencillo de usar, 2) lo suficientemente estable, y 3) contaba con la reproducibilidad y exactitud adecuados para el uso, a nivel regional, en el comercio de sedas y alfombras de la época; pero actualmente nuestros días difícilmente podría servir a los propósitos de la industria internacional y de la chilena, pues la exactitud y reproducibilidad de las copias que de el podamos hacer y distribuir a lo largo del mundo estarán lejos de ser las mínimas requeridas para la materialización de los submúltiplos necesarios para alcanzar el cumplimiento de requerimientos de tolerancias longitudinales del orden del micrómetro y que a su vez sean verificables internacionalmente. Es decir carece de universalidad y no permite asegurar la intercambiabilidad de los productos a nivel internacional.
En nuestros días la referencia universal para las medidas, con un nivel adecuado de exactitud y reproducibilidad, se ha alcanzado mediante el denominado Sistema Internacional de Unidades. Esto es así para gran parte del comercio y en particular para aquel que en se realizan medidas de magnitudes físicas, pues en el ámbito de las mediciones analíticas todavía queda bastante por hacer y sobre todo ordenar términos y conceptos.
Una de las principales características y que constituye a su vez la gran ventaja del SI es que sus unidades basadas en fenómenos físicos fundamentales. La única excepción la constituye la unidad de la magnitud masa, el kilogramo, que está definida como “la masa del prototipo internacional del kilogramo” o aquel cilindro de platinio e iridio almacenado en una caja fuerte de la Oficina Internacional de Pesos y Medidas.
Las unidades del SI son la referencia internacional de las indicaciones de los instrumentos de medida y a las que están referidas a través de una cadena ininterrumpida de calibraciones o comparaciones. Esto permite alcanzar la equivalencia de las medidas realizadas por instrumentos similares, utilizados y calibrados en lugares apartados y por ende asegurar, sin la necesidad de ensayos y mediciones duplicadas, el cumplimiento de las características de los objetos que circulan en el comercio internacional y su intercambiabilidad.
no existe calibración sin trazabilidad al SI
Así por ejemplo el hilo de un tornillo fabricado en Chile bajo un proceso en el que se utilizó instrumentos trazables al SI va poder ser utilizado en una pieza fabricada en Tailandia, la cual a su vez será montada sin inconvenientes en el resto de una maquina fabricada Alemania, la que a su vez será instalada definitivamente en un buque armado en Brasil.
Por otra parte, según los niveles de incertidumbre, en general las calibraciones necesitan ser realizadas en lugares denominados laboratorios de calibración y que según la Guía ISO/IEC 17025 deben contar con 3 elementos: competencia, capacidad de medida y trazabilidad. Para obtener trazabilidad de sus medidas al SI, estos laboratorios materializan las unidades del SI o envían para calibración sus patrones a otros laboratorios de mayor jerarquía denominados típicamente Laboratorios Nacionales o Institutos Nacionales de Metrología.