Su hallazgo les valió a sus descubridores el premio Nobel en la década de los 90. Los microARNs son pequeñas moléculas de ARN que no codifican proteínas, pero, sin embargo, se ocupan de una función esencial: actuar de reguladores de la expresión de genes, por lo que se han convertido en un foco de atención para la ciencia médica. A pesar de que existen miles de secuencias distintas de este material genético, el papel individual que ejerce cada una de ellas en multitud de enfermedades sigue siendo, en gran medida, desconocido.
Microesferas de carbón neutras (CMe) y de carbón básicas (CMeN) podrían remover en solo 72 horas el 100 % del crudo presente en las aguas utilizadas en la industria del petróleo y lograr concentraciones finales entre 0 y 10 mg/L.